miércoles, 6 de noviembre de 2013

COMPITIENDO

A lo largo de mis años como profesora me he dado cuenta de que si planteas cualquier ejercicio, por árido que sea, como una competición, de repente se transforma para los alumnos en un reto ineludible.Para evitar  peleas a la hora de gestionar los equipos,   hacemos uso del azar de un dado de póker. Ya sea por la influencia de los concursos de televisión, ya sea por la natural inclinación del ser humano a sentirse ganador de algo, aunque sea un reto de etimologías griegas, el caso es que ponen todo su empeño (y a veces hasta he tenido que parar algún enfrentamiento  verbal) en acabar los primeros y hacerlo lo mejor posible. Para estos concursos, que a la postre son repaso de materia estudiada previamente, utilizo todo tipo de soportes de internet: las variadas posibilidades de los hotpotatoes, los crucigramas, bases de datos etc. En una ocasión, en una semana cultural del instituto donde trabajaba antes, confeccioné (entonces en papel, pues no conocía todavía estos recursos de internet) siete encuestas sobre etimologías griegas al estilo del famoso programa 50 x 15. Si recordáis, en ese concurso cada pregunta era  un poco más difícil que la anterior. Tuvimos un éxito tan descomunal (lo preparé con mis alumnos de bachillerato, que me orientaron en el orden de las preguntas y esos días hicieron el papel de azafatas del concurso) que tuvimos que ampliar los puestos pues teníamos colas de alumnos (y algunos profesores; otros no se atrevieron) esperando para realizar las pruebas etimológicas. A los que conseguían más de 10 preguntas seguidas se les anotaba el nombre en una pizarra vileda (ese era el único premio del concurso) y se iban muy orgullosos de sí mismos. Con los cuestionarios de google drive he rehecho una de las encuestas que preparamos para esa ocasión. Las definiciones pueden chocar porque son etimológicas. A ver qué os parece. 

viernes, 1 de noviembre de 2013

PANTA REI

Como decía Heráclito de Éfeso: 

"todo fluye, nada permanece". 



Heráclito
Este blog   pretente ser algo vivo, que fluya no solo en  nuevas entradas, sino en comentarios y aportaciones, principalmente de los alumnos. Tenemos que huir de las clases magistrales, del alumno pasivo que acaba mirando hacia otro lado mientras le explicas el aoristo radical. Lo digo por experiencia. Hace unos años, mientras yo explicaba a mis alumnos de 2º de bachillerato el susodicho aoristo,   una alumna (una buena alumna, de notable) levantó la mano para hacerme una pregunta, Cuando la di paso con un gesto, preguntó: "Seño, ¿tú ves Gran Hermano?" . Os podéis imaginar mi desazón. Ni siquiera pude enfadarme. Me quedé tan parada que no sabía cómo reaccionar. Y aun así me ha costado años darme cuenta de que hay que revolucionar los métodos de enseñanza desde la raíz. Buscar nuevos caminos que les resulten atrayentes, que les animen a seguir. Y, ¡ojo!, no estoy hablando de dárselo todo comido y mascado, sino de que participen del proceso en todo lo que sea posible. Que nuestras asignaturas no consistan en estudiar el dia antes del examen. Todo esto conlleva mucho trabajo y muchas desilusiones, pero creo que vale la pena, aunque me queda mucho trabajo por delante.